Lo que más me llama la atención de la pintura de El Bosco son las caras de los personajes. Muchas de éstas muestran gran maldad, pero en otras, como la chica que se ubica en la parte inferior muestra pureza y santidad. El pintor holandés nacido en 1450 utiliza a la humanidad que incurre en el pecado y es condenada al infierno como protagonista de muchas de sus obras como “La coronación de espinas”, “Tríptico de las Tentaciones de san Antonio” y “Tríptico del Juicio de Viena”.
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